In your face!

De niño tenía la costumbre de mirar a los automóviles y practicar reconocerles el modelo según su “cara”, o sea la apariencia que tuviera desde una vista frontal. Así, en poco tiempo ya identificaba sin problemas los vehículos comunes de esos años (mediados de los ’90), como los Honda Accord, Hyundai Accent, Toyota Tercel, Chevrolet Monza, etc. Era un juego simple de pasar el tiempo, en que rápidamente notaba que esas caras parecían expresar ciertas “emociones”; algunos parecían alegres, otros enojados y otros como un viejo mandón de 50 años. Más tarde, ese ejercicio personal de pareidolia (sí, eso mismo que a algunos ingenuos les hace ver caras u hombrecitos en Marte) me llevó a pensar si esas “caras” de los autos realmente eran una casualidad descubierta por mí, o algo netamente intencionado por el fabricante para atraer a sus compradores. En efecto, era la segunda opción.

BMW 5 SeriesHace poco me topé con este curioso estudio (aunque nada representativo, con sólo una muestra de 40 personas) donde dicen que los autos que tienen caras “enojadas” tienen una mejor recepción en el público y venden más que los de caras “alegres“. Los ejemplos antagónicos fueron, por una parte un BMW 5 Series (el enojón) y el Toyota Prius (el bonachón).

La razón de esta reacción favorable al BMW parece muy sencilla al sentido común: ese conductor quiere sentirse dueño del camino, marcar presencia, status y poderío con la máquina que conduce; quiere que el resto de autos “muggles” no se interponga en su camino. En suma quiere mostrarse “enojado” y por eso le atrae que el auto le represente esta “actitud”. Esto no es difícil de constatar al jugar Need for Speed (ahí realmente los competidores inspiran poderío, y los autos externos (el tráfico) sí que da para hacer la analogía y catalogarlos de muggles), o con esos adornitos que algunos ponen a sus autos para que se vean más agresivos, como stickers (o pintura) de llamas, luces de neón y otras lindezas. Además del BMW, otros autos que considero “enojados” son el Peugeot 206, el Mitsubishi Lancer y prácticamente cualquier Dodge.

Toyota PriusPor otro lado, está el auto bonachón. El Toyota Prius, así como el Volkswagen New Beetle, por ejemplo, pueden tener las mismas características técnicas o incluso ser más avanzados (como el Prius, que es híbrido), pero su apariencia los daría a entender como un auto “para nenas”, pasivo, delicado, que no se atreve a hacer rugir su motor o adelantar ni siquiera a un camión. Como el simpático auto de Cars.

Pues así las cosas, el estudio que mencioné me ha provocado una risotada. Porque intuyo que con una muestra más representativa el resultado sería el mismo, y realmente me da risa la gente que elige un auto por ese parámetro de agresividad, y pena por las automotoras que tienen que construir “lo que la mayoría pide”. Si realmente los conductores están tan enojados como para querer demostrarlo con su auto, eso no sólo conlleva a que estén más proclives a tener un accidente, sino que además les sale el tiro por la culata, porque tanto un endiablado Audi S5 como un inocente Volkswagen Escarabajo deberán detenerse ante la luz roja de un semáforo; los dos deberán respetar el límite de velocidad en zona urbana y la señal Ceda el Paso en una esquina, pues ambos siguen siendo… autos! De hecho, me entretiene las ocasiones en que un ofuscado conductor me toca la bocina, se pone muy cerca mío o hace rugir sus motores -para que deje pasar a su “bestia”, ¿supongo?- en la avenida costanera de mi ciudad donde, por supuesto, el límite de velocidad sigue siendo 60 km/h. No sólo no lo dejo pasar, sino que tomo una actitud extremadamente relajada y alegre, mientras sigo a mis 60 km/h (o 50, si voy en el carril lento).

Así que me parto de risa con esa gente. Mi auto es un Toyota Corona del ’79, tal vez se inventó cuando aún no imperaba esa moda por verse “agresivo”, porque opino que frontalmente mi auto no transmite una emoción específica, le noto cara de “indiferente”. Pero si más adelante me compro otro, me aseguraré que su “rostro” sea lo más simpático -o indiferente- posible (y que sea bonito y económico, claro). Me gusta manejar para distraerme y pasarlo bien, ir lento, mirar el paisaje y ojalá estar acompañado por una muchacha rubia, como en OutRun. Querer todo eso no me hace menos hombre ni menos masculino, sólo me hace menos ingenuo 🙂



1 thought on “In your face!”

  • De chico hacia lo mismo, no sabia que tenia un nombre hasta hace poco tiempo (cuando vi el estudio ese en Microsiervos, creo).

    A mi siempre me gusto la “cara de jodido” que tenia el Peugeot 505 y la “cara de picaro” del Fiat 128, por otro lado, las F-100 de los 80 siempre me coparon por esa cuestion de aparentar “bondad con fuerza”, cosas raras si las hay.

    Con lo de ir despacio aunque venga uno de esos en un auto “malo”, bien ahi, hago lo mismo. Incluso una vez un conductor de un BMW que no me podia pasar (maximo 60 km/h) se me freno al lado en el semaforo y me dijo que iba haciendo zig-zag y era un irresponsable, obviamente cuanto mas se enojaba mas gracia me causaba.

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