Carl Sagan (1934-1996)

Auch, un resfrío de estos días me ha tenido debilitado y con dolor de cabeza ya casi una semana… pero bueno. Se suponía que iba a escribir un post en homenaje a Carl Sagan hace unos días, cuando se conmemoraron 10 años desde su fallecimiento, el 20 de diciembre pasado… pero más vale tarde que nunca.

Para quien no sepa quien es este señor, básicamente es el astrónomo que más admiro, así como seguramente muchos otros aficionados. Se caracterizó por ser un ferviente divulgador de la ciencia, como algo que no estaba al alcance sólo de un círculo cerrado, sino disponible para cualquier persona ansiosa de conocer sobre lo que nos rodea, específicamente las “estrellitas” que nos rodean.

Sagan le dio enorme importancia a esto debido a la necesidad que la gente sepa los argumentos científicos detrás de algunos fenómenos, y no se deje llevar por la desinformación y la charlatanería. También fue un entusiasta de los esfuerzos por encontrar vida extraterrestre, promotor del proyecto SETI y fue quien tuvo la idea de incluir un disco de oro y algunas inscripciones en placas que llevaron las naves Voyager, las cuales en este momento viajan por los confines del Sistema Solar. Asimismo, en su obra “Contacto” está basada una película del mismo nombre, seguramente conocida por todos.

Fue sin duda un emblema de la ciencia astronómica, y entre sus logros se cuenta la demostración de las extremas temperaturas de Venus, su relación con los cambios climáticos en la Tierra y el efecto invernadero. También sentó las bases sobre un posible entorno habitable en el satélite Europa, de Júpiter, al sostener que podría haber un océano bajo la superficie. Dedicó gran parte de su trabajo a la ciencia planetaria y la vida extraterrestre, desde una mirada siempre científica. También fue cofundador de la Sociedad Planetaria y trabajó en muchos proyectos de investigación con la NASA.

Algunas de sus obras más conocidas son “El Mundo y sus Demonios“, “Un punto azul pálido” y “Miles de millones“, aunque sin duda fue “Cosmos” el éxito que lo catapultó a la fama, libro del cual hizo una versión televisada y sirvió para instruir a la ciencia a toda una generación. Aunque yo aún estaba muy pequeño y no vi la serie original, se lo que esto tuvo que haber significado en su época y es otro motivo de admiración.

En fin, daría para mucho detallar todos los logros de este gran científico. A mí me gusta mucho divulgar astronomía y dar a conocer todo lo que involucra esta bella ciencia. Sin embargo es muy improbable que llegue a ser astrónomo algún día, aunque ser aficionado no es precisamente una derrota. Me conforma saber que estoy colaborando un poco a la justa causa que persigue la astronomía y la ciencia en general, que es ser comunicable, lo que tanto buscaba Sagan.

Bueno, ahora me quedo tranquilo. Me dispongo a dejar todo listo para esperar la llegada de la Navidad, el helado y uno que otro regalito! 🙂