Valiente, seguro, decidido
No, creo que no soy ninguna de esas 3 cosas, pero por algunos momentos me convencí de que sí lo era, cuando esta mañana fui a dar el examen práctico de la licencia de conducir. Esas fueron las palabras que me dije cuando tocó mi turno, y tuve que enfrentarme tanto a mis nervios como mis fantasmas del pasado (haber reprobado *ese* examen 2 veces cuando tenía 18 años, ambas por equivocarme al estacionar).
Y lo logré! Aprobé el examen, conseguí la licencia, aunque debo reconocer que tuve suerte. El circuito real correspondía a unas 15 cuadras, incluidos virajes, detenciones, semáforos, etc. Pero por alguna razón, la inspectora (bastante amargada por cierto) sólo me pidió dar una vuelta a la manzana, aparentemente porque al mismo tiempo un tipo rendía ese examen en una moto. No obstante hice todo bien (también podía darse el caso que fallara en esa vuelta a la manzana!), al final sólo me pidieron detenerme y poner las luces de estacionamiento.
“Ya, ven a retirar la licencia al mediodía”
Esas fueron las palabras mágicas. Sentí un alivio enorme, porque a pesar de la casual facilidad del examen, yo realmente me había esforzado mucho, practicado bastante y perseverado con los arreglos previos del auto (que puedes verlos en mi post anterior). A pesar que me desperté a las 5:00 am, y tenía sueño y frío, toda esa sensación de transformó en algo dulce porque la recompensa lo valía.
Sí… se que sacar licencia de conducir puede parecer un trámite sin ninguna importancia, totalmente desabrido, tedioso (eso lo comparto totalmente!), pero lo estoy comentando porque esto era parte de las cosas que quería lograr en mi vida. Por manejar el auto que mi papá manejó, por derrotar a las veces que reprobé el examen práctico y por vencer a mi nerviosismo. De hecho, una de las razones por haber dejado pasar los años sin sacar licencia fue esperar a tener una edad con mayor control de mis nervios. Cuando tenía 18 era más nervioso que ahora, con 24, y eso seguramente contribuyó a que aquella vez fallara el examen.
Un You’re the Best Around para mí ahora! :). No obstante, no puedo finalizar este post sin mencionar a aquellas personas que, en menor o mayor grado, me ayudaron a preparar mi auto (y a mí mismo) en mi reciente logro: Francisco Pozo, Patricio Arancibia, Jorge Olivos, Johannes, Sergio, Carlos Rojas, Gonzalo Aravena, y muy especialmente a Mario Quiroz. ¡Gracias a todos!
Me voy a dar una vuelta.
Eeeeeee!!! qué bueno que lo conseguiste =)
Felicitaciones!!!, ahora ya tienes tu licencia y podrás pasear “legalmente” por las calles jejeje.
Ah y que bueno que hayas podido controlar tus nervios…eso merece una mención especial también…
saludos
Rachel ^_^