En un lugar donde no se dónde
Ayer volví de Santiago, tras participar en el congreso de astronomía de ACHAYA. Fue un evento que en mi opinión no logró encantar las expectativas, debido a falencias que siempre rondan en actividades de este tipo; tanto en la organización, difusión y calidad de las presentaciones. Dejando eso de lado por un momento, destaco el entusiasmo y apertura de los asistentes, gente muy agradable con quienes se podía conversar desde Angelina Jolie en los coffe-breaks hasta materia oscura en la hora de almuerzo. Divagaciones hard sobre cosmología y constante cosmológica. El 3° día fue mi ponencia sobre W SGR, y el 4°, todos trasnochados por la star party de anoche que terminó de madrugada.
Contrario a como hubiera deseado, el viaje sólo estuvo centrado en el congreso. No tenía intenciones de pasear en Santiago. No vi TV ni me conecté a Internet en 5 días. Me junté un rato con Layfan pero después me apesté, a veces me apesta estar con gente y punto. En resumen fue un total “bussiness travel”, donde casi no hubo lugar para otro trayecto que no fuera metro-transantiago-congreso en esos días. Fue un claustro astronómico, que siempre me gusta, pero me gustaría tener de otros también. Por suerte se va a acabar el año y podría planificar un “retiro” a un lugar desconocido por un par de días. Tal vez la vida debería permitir esas licencias… y no condenarlo a uno a buscar un trabajo para ganar dinero y subsistir, hasta que seas tan viejo que ya no puedas disfrutar de la vida, y con suerte podrás subsistir si la jubilación es suficiente.
Una vez le pregunté a un profesor de economía por qué simplemente no se construían más máquinas para hacer billetes, y con eso se le daba algo como 1 millón de dólares a cada habitante, y se dedicaran muchos millones a hermosear las ciudades, plantar árboles y arreglar las calles, de modo que la experiencia de salir de casa sea realmente un agrado. Creo que me respondió algo relacionado con la inflación, con la teoría de oferta y demanda y no se qué más. Supongo que va en la línea de mi propia interpretación, que tiene que ver con que la gente no sería consciente si tuviera acceso (casi) ilimitado a bienes y servicios. Suponiendo que la respuesta de mi profesor tenga algo que ver con eso, significaría que el dinero es como una especie de instrumento de control, para que los seres humanos naturalmente salvajes no se agoten hasta la última gota de recursos, y en cambio consuman en ciertas dosis, para así vernos más “civilizados”.
Sí, supongo que algo tiene que ver. Por eso me gusta tanto eso de fabricarme “retiros”, “viajes” y “escapes”; para huir por un momento de los seres humanos adoctrinados para verse civilizados, pero en el fondo tan salvajes como siempre. Me gusta ir a lugares remotos porque la vida es más simple y las preocupaciones se reducen notablemente, al grado de las necesidades básicas. ¿O acaso es taaaan terriblemente importante andar a todos lados con el celular para estar ubicable las 24 hrs, y/o que te escriban un SMS? (según un estudio que declara a ~80% de los chilenos como celular-dependientes, parece que sí).
Evidentemente, en cada una de estas salidas furtivas, si me voy a relacionar con gente, rechazo terminantemente que me pregunten cosas sobre psicología (en el congreso tuve que hacer esa acotación, ya que tarde o temprano siempre me hacen la fatídica pregunta “¿oye, y tu que estudias?”). Si te gusta, bien, si no, jódete :).
Diablos, me acabo de dar cuenta que soy especialista en saltar de tema en tema. Hablé sobre el congreso, claustros, economía, consumismo, retiros, celulares, y un parrafito regalón para tirar mierda a la psicología. Eso es lo genial de un blog, que uno puede reflexionar sobre lo que se me de la gana, y nadie podrá decir que no digo lo que pienso. Qué suerte que no vivo en China, o ya me habrían censurado.