Tierra de sueños
Dormir debe ser uno de los actos biológicos más relajantes, pero también de más misterio, debido a las interpretaciones de charlatanes que intentan darle un “significado”, por lo general futurista (¿oniromancia?). Personalmente creo que lo sueños sólo son asociaciones semi caóticas de sustancias químicas cerebrales, que nos muestran situaciones a nuestro juicio relevantes durante ese día, o en días pasados. Supongo que nuestras situaciones más desagradables o miedos que nos persiguen producen las pesadillas, y los eventos agradables los sueños bonitos. Pero, a diferencia de mi gato, que me apena la frecuencia con que tiene pesadillas (o eso me parece, por la forma en que se mueve cuando sueña >_<), desde hace tiempo he tratado de sacarle provecho a mis sueños. Desde una ocasión en que descubrí que podía manipularlos a mi conveniencia, porque lograba estar consciente que soñaba (imagino que a más personas les ha pasado).
Doy un ejemplo… una vez soñé con una chica bonita, la cual me hablaba de cosas triviales en un lugar que parecía ser la costanera de mi ciudad. En el sueño ella en un momento se iba y yo también, pero en ese momento siento en mis manos algo suave y noto que mi visión se hace borrosa: sentía la almohada y mis ojos se estaban abriendo. Sabía que estaba despertando de un sueño, pero el sueño seguía transcurriendo y me hice consciente de lo que ocurría. En el sueño yo me iba y la chica también, pero cuando estuve consciente manipulé el resto de la acción. Me “hice volver” donde la chica como quien manipula una pieza de ajedrez, “me llevé” hasta la chica… y la besé. Pero no pasó nada más, porque a los 5 minutos me despertó el timbre, jua!
Pero la utilidad de manipular mis sueños no fue sólo besar a quien se me antojara (sabiendo de antemano que daba lo mismo si recibía una bofetada, porque sólo era un sueño :)), sino también tener un espacio de reflexión distinto. Al soñar estoy consciente que nadie me molesta, nadie me ve y nada me perturba, como sí pasaría estando en vigilia, donde por mucho que intente hacerme un espacio ideal de reflexión, nunca logro sacarme de la cabeza las sensaciones comunes de “despierto”: tengo frío, tengo calor, tengo hambre, tengo sed, me duele la cabeza, me siento solo, me siento observado, etc.. En un sueño no siento ninguna de esas cosas. Por el contrario, allí se da una configuración extraña donde siento que ya no dependo de mi cuerpo (no siento frío, ni calor, ni sed, etc), lo cual me permite reflexionar de una manera imposible a si lo hiciera en vigilia. Es como vivir otra realidad… o transformarse en otra especie momentáneamente: una capaz de prescindir de las limitaciones del cuerpo y quedarse sólo con la esencia interna.
Tengo la idea que eso puede resultar útil, en algún momento. Si uno realmente se despoja de las sensaciones corporales en un “sueño consciente”, entonces cabría esperar que ese recóndito espacio de nuestra cabeza nos permita tener las ideas más geniales concebibles. Tal vez así se le ocurrió a Newton la Ley de Gravedad (luego que una manzana lo “despertara de su sueño” :); tal vez la explicación del clon del profesor Hubert Farnsworth sobre cómo se le ocurrió el sistema de propulsión de la nave Planet Express (serie Futurama, episodio “Un clon propio“) no sea del todo caricaturesca: 🙂
Nothing is impossible. I understand how the engines work now. It came to me in a dream. The engines don’t move the ship at all. The ship stays where it is and the engines move the universe around it.
***Nada es imposible. Ahora entiendo cómo funcionan los motores. Vino a mí en un sueño. Los motores no mueven a la nave. La nave se queda donde está y los motores mueven el Universo a su alrededor.***
De momento, lo paso bastante bien manipulando a mi antojo mis sueños, especialmente cuando también soy consciente que puedo dormir hasta tarde… como hoy, que casualmente no tendré clases en todo el día 🙂