Volviendo de Baires
El sábado antepasado llegué de Buenos Aires, donde estuve con 40° de calor apenas aminorado por una sorpresiva lluvia que se dejó caer en mi penúltimo. No fue la mejor época para ir, ni el más cómodo tiempo de estadía (5 días), pero necesitaba mi dosis de mi segunda patria, encontrarme con algunos amigos y olvidarme de mis enemigos. Es placentero pasar un tiempo sin Internet, TV ni comodidades, y puede que lo haga más seguido. Estuve en un hostel pequeño, pero acogedor; debía dormir con las ventanas abiertas y por las mañanas se entraba a mi pieza un gatito siamés de los dueños, que lograba retrasarme como mínimo media hora de comenzar mis ajetreos turísticos.
Estuve varias veces antes en Capital Federal, así que me propuse alojar en un área distinta al microcentro (Recoleta) y conocer sitios nuevos, como Palermo Hollywood, el estadio de River Plate y el cementerio de Recoleta; algunos de estos sitios, en compañía de mi ñoña amiguita Vicky, incluyendo al estreno de Star Wars: Episode I en 3D en el Abasto Shopping (como si no fuera suficiente ver a Jar-Jar Binks en 2D!). Me queda por conocer un par de otros lugares, pero creo que es mejor así, y quedarse con la sensación de que siempre ‘falta algo más’ para querer volver.
Las fotografías más destacadas ya las publiqué en mi álbum, incluyendo el inédito avistamiento de una espectacular ‘gloria’ (1, 2 y 3) en el vuelo de regreso desde Santiago a Antofagasta, uno de los fenómenos que me faltaba por ver desde un avión. De paso, un inesperado mérito se lleva una antigua foto que tengo publicada allí, Atardecer, tomada desde la costanera de Antofagasta, que fue seleccionada para incluirse en la exhibición anual de fotografías de la Residencia de Paranal (allí bajo el nombre ‘Scattered Clouds‘), así que ahora forma parte del tour oficial… 😀