¿Cómo se quita una mala costumbre?

Hay varias situaciones en que la gente me critica, llegando a la conclusión general de que soy muy “cerrado”. Son temas tan disímiles que van desde mi rotunda negación a darle dinero a esos tipos que “cuidan autos” en el centro, mi desagrado por “donar $1” (o más) de mi vuelto en un supermercado para caridad, o mi testarudez por rechazar el estilo “informal” que tienen las noticias del diario La Cuarta. Como siempre, tengo argumentos para defender esas y otras posturas (de hecho más abajo las especificaré); pero más allá de afirmar que sea o no cerrado, creo que el real problema radica en que no está muy clara la diferencia entre tener una opinión y una convicción. Entiendo el 2° término como algo más fuerte, concreto y elaborado, pero no me atrevería a ponerlo al mismo nivel de un ideal. Nunca me he considerado idealista, en el sentido que no participo en “protestas” ni “cruzadas” ni “activismo”. Aún tengo cierta fe en que los problemas del mundo deben solucionarse por la razón mediante un rápido consenso (que se “prenda la ampolleta”), en vez de gastar energías en llevar pancartas, carteles y, en el peor de los casos, violencia.

Pero volviendo a mi punto, sí considero tener convicciones fuertes, o al menos suficientemente bien argumentadas para tomarlas como lo que “debería ser”; y no porque yo lo diga, sino porque son cosas ya estipuladas dentro de la sociedad, y que mi única intención es hacerlas cumplir. Así que… ¿por qué ud. cree que no le doy dinero a los tipos que “cuidan autos? Piense:

– Los estacionamientos públicos son gratuitos y todos tenemos derecho a usarlos para tener donde dejar el vehículo.
– “Cuidar autos” no es un trabajo establecido/legal.
– No es obligación darle dinero a un “cuidador”, especialmente cuando desde un principio se le dice que no queremos que nos cuide el auto.
– El “cuidador” te increpa si no le das dinero por algo que no es obligación ni un trabajo legal.
– Un conductor no necesita ayuda para estacionar su auto ni para saber cuándo debe volver a la calle sin chocar a otro auto.
– Esto puede que sea obvio, pero igual lo digo: ¿¿ud. de veras cree que esos tipos le cuidarán su auto y seguir los pasos necesarios para detener a un eventual ladrón??

Ahora dígame… ¿soy sólo cerrado de mente, o estoy tratando de cumplir sólo lo que está estipulado por ley? Más que una opinión es una convicción, y me parece justa.

Diría que mis convicciones más fuertes van por el lado de no fomentar malas prácticas. Creo que quienes inventaron el sistema de “donar $1” (o más) de tu vuelto a una caridad en un supermercado, e incluso los mismos clientes, “saben” dónde está la mala práctica, pero ésta sigue siendo fomentada. Considere la situación: usted acaba de comprar muchas cosas en el supermercado, tiene una larga fila detrás, el total de la compra es $16.454, pero antes que la cajera le pida donar los $6, ocupa esos microsegundos en pensar el tiempo que perderá si la cajera le dice que no tiene los pesos y tiene que pedir en otra caja; en la cara que le pondrá la cajera si le niega la donación; en los reclamos del resto de clientes que sólo quieren que ud. finalice rápido su transacción; y en el intertanto, en resaltar su generosidad o su indiferencia antes la ínfima cifra: “bueno, sólo son $6…”. Al final ud. termina donando los $6, pero un 90% de las razones no fueron la simple caridad: fue una presión social, y considero que esa es una práctica desleal por parte de las instituciones de caridad. Es prácticamente una forma de “SPAM” físico.

No me malinterprete, no tengo algo contra las obras de caridad. Sólo digo que ese tipo de obras debería cumplir a cabalidad la “voluntariedad”, y no obligar injustamente a los clientes a donar una cifra, por ínfima que sea, por simple presión social o porque ahora las cajeras se valen de la excusa que no tienen monedas de $1. Genial, pero la cajera no me aceptaría que mi cuenta sea $16.454 y yo sólo le pague $16.450, porque “no tengo monedas de a $1”. Para caridad siguen existiendo alcancías y colectas públicas (¡incluso online!).

Ahora piense en por qué me interesa tanto no fomentar malas prácticas/costumbres. Ud. ya debe saber que soy un defensor de la ciencia, e intento exponer tanto como sea posible las desinformaciones de inescrupulosos pseudocientíficos. En esa misma línea me he sentido decepcionado por algunas disciplinas donde debiera imperar la razón y la objetividad, y no fomentar falsas creencias. Un par de ejemplos:

1) La aerolínea Brussels Airlines debió modificar su logotipo en sus aviones, una “b” compuesta por 13 puntos, por una “b” compuesta de 14 puntos debido a las quejas de pasajeros supersticiosos.

2) La misión del transbordador Soyuz TMA-13 a la Estación Espacial Internacional (proyectada para octubre) aparentemente será rebautizada como Soyuz TMA-14, en declaración del jefe de la Agencia Espacial Rusa, Anatoli Perminov, debido a las supersticiones del pueblo ruso sobre el número 13.

Así que, ¿se imagina por qué me desagrada el estilo periodístico del diario La Cuarta?. Por si no lo conoce, dele un vistazo y si ya lo conoce, dígame… ¿no le parece que un medio de prensa escrita debería tener un estilo claro, conciso, con palabras de castellano neutro y no fomentar jergas y otras palabras inventadas? ¿No cree que tal práctica disminuye un mercado de lectores e incluso da un mal ejemplo a los niños, que se acostumbran a hablar y escribir mal hoy en día? ¿Sabía que por esa misma razón los dibujos animados siempre hablan con castellano neutro y con buena dicción, y por ese mismo motivo se ha criticado el programa TeleTubbies (por la pésima modulación que tienen los personajes)? Si el mayor argumento que tiene ese diario para escribir así es “identificarse” con el lenguaje común del “pueblo” o sentirse “cercano” a éste, ¿no cree que también hay un involuntario mensaje por parte del diario de fomentar que las cosas sigan como están para “el pueblo”? (me refiero, a que sigan con el mismo lenguaje lleno de muletillas, jergas y palabras inventadas que surgen y/o se practican más en contextos deprivados socioeconómicamente). ¿Le parece bueno que las cosas sigan como están (en cuanto a falencias del lenguaje) para gente que vive en deprivación socioeconómica? (si hay algún lector de Antofagasta que esté leyendo esto, notará que el mismo caso puede aplicarse a la “radio Carnaval“).

En conclusión, lamento que ciertas convicciones mías sean vistas como cerradas de mente, pero pienso que una de las formas más efectivas de quitar una mala costumbre es no seguir fomentándola, o de otro modo seguirán siendo alimentadas y estando presentes una y otra vez. Si alimentas un perro callejero y te empieza a seguir, la forma más “ideal” de deshacerse de él no es seguirse compadeciendo dándole más comida, sino conducirlo a donde de veras cuiden de él y lo hagan un perro de bien. Lamentablemente la gente se ve más tentada a seguir malacostumbrándolo a la limosna.



3 thoughts on “¿Cómo se quita una mala costumbre?”

  • Tremendo asalto que nos hacen!

    Me indigna la maldita pregunta:
    – Gusta redondear los centavos?
    – NOOO!

    Prefiero agregar esos centavos a la propina que le doy al cerillo, que no tiene contrato, sueldo base ni prestaciones.

    [cerillo: empacador]

  • ohhh, muy de acuerdo en lo de los vueltos en los supermercados, a mi tampoco me gusta darlo, más que nada porque mucho de ese dinero que uno dona no se ve en los fines que ellos prometen y lo digo con plena certeza.
    En cuanto a lo de los cuidadores de autos…ufff, les doy propina para cuidarme de ellos…(hay algunos que se ponen pesados y si te vuelves a estacionar ahí…uuy)…(entiéndase: “algunos”, porque hay otros que lo hacen sólo porque trabajan en ello, pero es mejor prevenir)
    Y la Cuarta…sin comentarios.

    Saludos
    Emina

  • cocolaclaus! otra lectora que vuelve por estos lugares… bienvenida de vuelta! :).

    Emina, Emina… qué lindo recibir un comentario tuyo por aquí *.* vuelve pronto!

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