Hoy NO es el fin del mundo :)
Para variar, en mi posición de nerd cercano a la ciencia, ya he tenido que responderle más de una vez a alguien que el LHC no va a destruir el mundo :).
Pero para quien esté interesado, buscando información del tema o ya esté aterrado pensando que hoy 10 de septiembre de 2008 es el Día del Juicio Final (y no el 2029 a manos de Skynet, como pregona Terminator :p), sólo les puedo recomendar dar un vistazo al apartado de Seguridad (en inglés) que ha dedicado el CERN a desmitificar los rumores amarillistas: http://public.web.cern.ch/Public/en/LHC/Safety-en.html
Aunque, mejor aún, si quieres ver algo un poco más breve, entendible y en español, te puedes dar una vuelta por un artículo que escribí al respecto en Argo Navis #21, sobre el Gran Colisionador de Hadrones.
Toda esta propaganda de rumores, simulaciones, demandas, e incluso amenazas de muerte en torno al acelerador y colisionador de partículas, me han recordado en cierta forma un curioso fenómeno que ocurrió con el incidente del Apollo XIII, en 1970, y el accidente del Transbordador Espacial Challenger, en 1986. En ambos casos previamente existía un ambiente de indiferencia del pùblico, al volverse cosa de rutina los viajes a la Luna, en el caso de las misiones Apollo, y los vuelos de transbordadores, para el caso del Challenger. La misión Apollo XIII no fue televisada por ningún canal de TV, y sólo entró a recibir cobertura de los medios cuando se supo que la vida de los astronautas corría peligro. Para el Challenger, justamente el poco interés por sus vuelos motivó a la NASA a que uno de los pasajeros de ese fatídico viaje fuera una profesora, que sería la primera en dar una clase desde el espacio, con intención que ello atrajera de nuevo el interés del público.
Con LHC ocurre lo mismo, sólo que ahora la alarma se ha disparado “antes de“, y de pronto todo el mundo está interesado en un acelerador de partículas, aún cuando mucha gente no tiene idea qué es un acelerador de partículas! +_+ Un acelerador, lejos de ser un aparato-monstruo sacado de una pelìcula de ficción capaz de desencadenar tragedias, es un concepto que curiosamente está más cerca de nosotros de lo que uno supone. El monitor del PC a través del cual estás leyendo este post (si es un CRT), puede considerarse un tipo de acelerador. Misma cosa el monitor de tu televisor, si es de esas de tubos catódicos. Los de laboratorio son aparatos que operan con campos electromagnéticos y energías más altas, de distinta forma por supuesto que nuestros “aceleradores caseros”, pero orientados al mismo principio de manipulación de partículas. Hay muchos de esos aparatos en el mundo y nadie les prestaba atención, a pesar de todo lo que han contribuido al entendimiento de la Física. Ahora todos andan pendientes del LHC, y yo diría que con cierto morbo detrás para ser los primeros espectadores en “asistir al fin del mundo”.
Apostaría que al cabo de un par de semanas despuès que el LHC vea su “primera luz” el 10/09, la gente se volverá a olvidar de los aceleradores de partículas. Para que la paranoia vuelva el 21/10, cuando se planea ponerla a operar a su máxima capacidad. Para Navidad el regalo sensación tal vez sean LHCs de peluche (si es que la gente se sigue acordando de él). 🙂
Y pensar que toda la propaganda apocalíptica viene de un aparato que ni siquiera es la “cima” entre los aceleradores… ¡¿que pasaría cuando entren a construirse un teórico Very Large Hadron Collider?! (versión mejorada, ampliada y más poderosa). Ya imagino el titular amarillista de un periódico: “Científicos locos, frustrados por no poder destruir el mundo en 2008, lo intentarán otra vez este año con un acelerador que eclipsa al minúsculo e insignificante LHC“. 😀
Miau, por fin entendí qué era el súper anillo acelerador de partículas, gracias 😀
Yo aún tengo ¿fe? en que la debacle, o cambio, se viene el 2012.