Laguna mental

Hace 13 años atrás, las vacaciones de verano de 1994 tuvieron un matiz totalmente distinto al de veranos anteriores. Mi papá había fallecido hace 6 meses, y comenzaron amargos trámites relacionados con herencias y papeleo. En Iquique mi papá tenía una casa, a la cual llegábamos a veranear por enero y febrero, y el resto del año la ocupaba una tía, hermana de mi papá. El asunto es que cada vez que íbamos nosotros, lo que más me llamaba la atención de esa casa era un baúl azul muy grande, siempre cerrado y propiedad de mi tía. Por alguna razón siempre alimenté la ilusión que ahí dentro habían muchas cosas árabes (adornos, trajes típicos, quepí, fotos del Líbano, incluso comida!), así que durante todo el año juntaba todas las llaves que pudiera hasta el próximo viaje a Iquique, donde intentaba abrir ese baúl con alguna de las llaves. Lamentablente, nunca lo logré.

En mi infancia no logré saber mucho acerca de mi descendencia/costumbres. No alcancé a conocer a mis abuelos paternos, quienes se vinieron desde Líbano a Chile a principios del siglo XX por razones que aún desconozco (tengo una versión de que simplemente les gustó el país, y otra de que estaban huyendo por la 1° Guerra Mundial). Mi papá me contó la mayoría de lo que se, aunque herencias árabes propiamente tal casi no conservo. Sólo algunas revistas de la colonia chileno-libanesa de los años ’80, un álbum de fotos antiguas y documentos antiguos sobre mis abuelos. Ah, y mis facciones inconfundibles, por supuesto :).

Pero más allá de eso, me da resignación saber que históricamente mi familia no se lleva bien con la familia de uno de los hermanos de mi papá. Y esto porque, de los 4 hijos que tuvieron mis abuelos paternos, 2 de ellos nunca tuvieron descendencia (Alfredo y Nélida); sólo Roberto y Oscar (mi papá) sí tuvieron. Alfredo falleció cuando yo era pequeño; luego fue mi papá, el mismo año Roberto, y hace como 3 años, Nélida. Eso significa que mis “paisanos” más cercanos son mis 2 primos, los hijos de Roberto. Ok, seguro todo eso sonó enredado, pero el asunto es que a Titi y Liliana (mis primos) actualmente no los veo, por las famosas desaveniencias entre ambas familias.

La última vez que los vi fue para mi Licenciatura de IV Medio, el año 2000, y allí ocurrió algo curioso: a Titi lo reconocí enseguida porque tenía recuerdos (cuando era chico iba a su casa y me gustaba tocar la bocina de su auto por largo rato, con el consiguiente reclamo de los vecinos…); pero a Liliana no la reconocí. De hecho no tenía ningún recuerdo de ella, así que fue como si la hubiese visto por primera vez en mi vida…!

Uf. Actualmente no tengo noticias de mis primos, salvo saber que viven en Antofagasta también. Pero no tengo idea a qué se dedican actualmente, o si están casados, ni siquiera se la edad que tienen! ambos son mayores que yo, pero aunque parezca increíble, tengo una tremenda laguna mental con mis parientes “árabes” más cercanos. Y curiosamente nunca hablo de eso, es como si fuera un problema sin importancia. Pero… estoy seguro que es una indiferencia mecánica más que consciente. Hoy tengo vagos recuerdos sobre la enemistad entre mi familia y la de ellos, pero por un momento quisiera que eso no importara. Creo que tengo un vacío en cuanto al conocimiento de mis antepasados, y para bien o para mal, pasar unos momentos con mis primos sería equivalente a ver reflejado aquello que me distingue de alguien 100% chileno. Aunque sea tomar un café, dar una caminata, armar un rompecabezas o escuchar un Dabke como éste…



4 thoughts on “Laguna mental”

  • Yo conocí a buena parte de mis antepasados y ninguna maravilla.
    A los que no alcance a conocer por completo y estuve a punto, fue a la rama francesa y Italiana por parte de mis bisabuelos, ¿ demas paso colada como francesita o no ? jajaja

  • Es súper entretenido conocer las historias de la familia…
    Yo sé bien poco por el lado de la familia de mi mamá. De ella conozco a su hermano y su familia, que viven al lado de mi casa, pero sus hermanas y todo el resto de la familia viven en China. A los papás de ella los conocí, porque han venido a Chile, pero a sus hermanas y mis primos nos los conozco, salvo por una que otra foto.
    La familia de mi papá vive en Viña y Valparaíso. Mi bisabuelo fue de los primeros que llegó a Chile…
    Es bien chori la historia de por qué toda la familia Chau (o Zhou) llegó y se quedó en Chile.
    🙂

  • Hola Farid…

    En primer lugar me gustaría aclarar que no tuve ninguna intención ofensiva con el comentario que realicé en tu anterior “post”…en realidad eso me pasa por no controlar esa lengua impulsiva que tantos problemas ha causado en la web, así que te pido disculpas…Sólo con mencionarte que el año pasado (en otro blog) recibí por parte de muchas personas recomendaciones de que me internara en un hospital siquiátrico y también comparaciones con Hitler por la sencilla razón de defender la dignidad de la música…Pero todo se arregló mediante el diálogo virtual…

    Quizá existan muy pocas familias en las cuales no podamos encontrar al menos un pequeño conflicto, y me llama mucho la atención que en tu caso tengas (por circunstancias de la vida) esa lejanía con aquellos seres que comparten contigo un pasado e identidad distintos a la cultura en donde has crecido… Por lo que leí, en cierto aspecto te afecta el no mantener un contacto con ellos, sin embargo lo importante es que conservas recuerdos y objetos (aunque aparentemente sean pocos) que legaste de tu padre y sobre todo muestras algo de preocupación por mantener la memoria latente en cuanto a tu identidad personal y todo lo que ello implica.

    Por último te cuento que hace poco asistí al segundo encuentro con la gente de Gemini, fue en el Observatorio Cerro Mayu, ubicado en Quebrada de Talca (Valle de Elqui) y que es propiedad de un colegio de sacerdotes ubicado en La Serena…Y sucedió lo que uno menos desea a la hora de realizar una observación (espero que al adivinar qué es lo que te diré a continuación no hayas “dibujado” una sonrisa burlona)…El cielo estaba vestido de nubes y nos tuvimos que conformar con mirar el telescopio que utilizan: Un Schmidt-Cassegrain de 14” marca Meade, modelo LX-200 y con sistema GPS incorporado…la impotencia aún me carcome debido a que no he tenido la oportunidad de observar el cielo a través de un telescopio con esa abertura.

    No contamos (como en la primera ocasión) con la presencia de astrónomos profesionales que nos dieran una charla, sin embargo la reunión fue productiva en cuanto a intercambios sociales y de ideas, conversamos acerca de las distintas situaciones en las que se pudo haber producido el Big-Bang y cuáles de ellas parecían ser más “razonables”…

    La próxima reunión será en septiembre, y para no perder el contacto un par de integrantes del club decidieron crear un blog:

    http://galaxiachile.blogspot.com

    Cuando lo visites encontrarás un saludo que envió una de tus colaboradoras en Argo Navis…

    No escribo más…porque pareciera que estoy haciendo un posteo en tu blog…(se nota que ya no tengo el mío!!!jajaja…)

    Como que para el próximo año te hago otro comentario…

    Saludos…

  • Hola!
    Sólo estaba bromeando, no me paeeereció ofensivo tu post… a menos que haya sido uno que apareció después y que lo borré porque sí era de plano ofensivo ¬¬.

    Qué lata quedarse con las ganas de observar por un Meade de 14”, yo sólo una vez observé por uno así, cuando estuvo de gira por acá el observatorio móvil del Planetario USACH. Aquí también ha estado muy nublado por días continuos últimamente.
    Ya había visto el blog del grupo de Gemini, y te reconocí en la foto (eres la de morado, cierto?), y les escribí porque quiero enviarles un ejemplar de Argo Navis, pues algunos se reservaron para grupos aficionados (aún no me responden).

    Oye, qué es eso que ya no tienes tu blog?? lo acabo de ver, espero que no lo borres! >_<

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