Month: December 2007
Teoría de la Campana de Gauss (Parte II)
***Advertencia: Esta es la (larga) 2° parte de un post que reúne componentes geeks y polémicos. No entenderás un carajo a menos que hayas leído la (larga) 1° parte :). Ok, había quedado en la valoración que hacen los medios sobre aquellos sectores más influyentes …
Teoría de la Campana de Gauss (Parte I)
***Advertencia: Este post comienza de forma muy geek y es largo, pero finaliza de forma muy distinta y polémica (aunque si te da pereza, no lo leas :)).
Hace algunos días vitrineaba en tiendas de retail (aunque presentía que sería en vano) por una Palm Zire 31 que reemplace a mi Zire 21. Si conoces algo del rubro, sabrás que la Zire 31 es una versión más avanzada, aunque ambos modelos fueron descatalogados por la marca hace tiempo. Como habrás visto por ahí, yo no me caracterizo por comprar compulsivamente, y el cambio se debe a factores más bien técnicos (algunos usos específicos y necesarios que le daré a las ventajas de la Zire 31).
El tema es que, en ninguna tienda de retail (ni minoristas, ni nada) encontré ese modelo de PDA, pero además no encontré ningún otro modelo, excepto un par de Treo, que son sus smartphones. En vez de eso, la sección de electrónica en tiendas están llenas de iPods, celulares mutantes, MP3/MP4, notebooks y PCs, principalmente. Razónandolo, uno entiende que el asunto no es sólo las compras compulsivas de estos productos; también son cambios de tendencias, pues actualmente lo “top” es tener un MP3/MP4 o un celular multifacético. En cambio hace unos 3 años, cuando compré la Zire 21, recuerdo que las tiendas tenían mucha variedad de PDAs, tanto tipo Palm, iPaq, Sony Clié, Dell Axim, etc. (hoy la única que he visto es una iPaq, bastante cara por cierto).
En este punto el lector puede discrepar conmigo, pues lo que voy a decir puede ser una mera cuestión de gustos: pienso que las PDAs son un invento genial (el que Palm me guste más es subjetivo, por supuesto), pues (como yo equivocamente pensaba al principio) no son sólo agenditas electrónicas para contactos, calendario, bloc de notas y nada más. Descubrí que se le pueden insertar un *montón* de programas, que pueden convertir a la “agendita” en un poderoso lector de ebooks, un control remoto para TV/DVD/etc., gestor ofimático, consola de juegos, reproductor de MP3 y video… y un largo etcétera. En fin, el gadget perfecto que tiene todo en uno, con aplicaciones en su gran mayoría gratuitas (algunos ejemplos aquí y acá y allá).
Sin embargo, la tendencia comenzó a cambiar hacia dos tipos de aparatos: los que sólo reproducen música (iPods/MP3 players) y los que tienen todo junto (por todo entiéndase música+celular+cámara fotográfica+agenda+contactos), pero no pueden hacer todo lo que hace una PDA. Considerando que una PDA es tan pequeña, barata y más potente que los gadgets “top”, no logro explicarme por qué últimamente han caído en desuso, al grado de ser casi imposible encontrarlos (a menos que se recurra a una tienda especializada), o bien importarlo a EE.UU. (como tuve que hacer para conseguir la Zire 31).
O quizá sí pueda explicarlo. Inicié el post hablando de PDAs, pero sólo de ejemplo para introducir al lector en una teoría personal sobre el funcionamiento de la naturaleza: la teoría de la Campana de Gauss. Refiere básicamente a que el Universo, en forma natural, distribuye a sus componentes con la forma de esta conocida representación matemática. Con ello se podría entender, por ejemplo, que un gran porcentaje del Universo (la porción más amplia de la campana) sea solamente vacío, mientras que un pequeño porcentaje sea materia como estrellas, nebulosas, etc. (porciones más pequeñas). Esto puede parecer muy conocido matemáticamente, por todo lo que se sabe de estadística, probabilidades, etc. Todos saben, por ejemplo, que el C.I. de una población tiene una distribución normal, con el espectro más amplio con C.I. promedio, y los más altos y bajos en cada extremo.
Lo que aún no es totalmente comprendido (o descubierto) es la forma en que estas situaciones de Campana de Gauss se manifiestan e influyen en todo lo que ocurre a nuestro alrededor. Volvamos al tema inicial: el curioso desuso de las PDA. ¿Por qué razón un gadget tan multifuncional, útil y completo sería destronado por productos más minimalistas, obligando a las tiendas a retirarlos y poner en su lugar a los gadgets “top”? ¿Simple evolución tecnológica? No lo creo, porque reitero, una PDA hace lo mismo (y más) que los productos top, al mismo precio y portatibilidad.
A mi entender, lo que ocurre es que toda la población se comporta como una Campana de Gauss. No sólo en C.I., sino en todo. Si la gran mayoría de la población sólo gusta de tener un aparato portátil para escuchar música, o se babea por gadgets mutantes que combinen celular+música+fotos, debido a la combinación mágica de la actualidad (chat/sms,mp3,fotolog), entonces lógicamente la mayor porción de la Campana “arrastrará” a los extremos (en uno, quienes no sepan/no les interese los gadgets, y en el otro, quienes prioricen la utilidad y la relación precio/beneficio de los gadgets), y ese arrastre crea una tendencia, la cual por cierto es respetada por las agencias de publicidad y las tiendas, pues después de todo, la porción mayor de la Campana es la porción mayor de sus clientes.
Desde esa perspectiva (de la Campana de Gauss), cabe suponer que no todo lo que brilla es oro, en ningún aspecto. El “boom” de los actuales gadgets “top” no se debería a la evolución tecnológica, sino al resultado de la tendencia impulsada por la “porción-mayor”. Este hecho es tan sutil que pasa inadvertido, y de hecho ciertos blogs relativamente influyentes (como ALT1040) abusan en “inculcar” ese tipo de tendencias. Obviamente detrás de esos blogs hay un blogger, pero ese blogger (que por lo general es más culto que un fotologger) en realidad suele ser un tipo de persona fundida en esa tendencia “porción-mayor”, pero jurando que esa tendencia refleja fielmente el progreso tecnológico. En consecuencia, sus seguidores más fieles son parte de esa porción-mayor, y así lo han entendido las empresas y medios de comunicación, que últimamente “valoran” mucho a los bloggers, pero especialmente a aquellos más influyentes. No así a los fotologgers (que si bien son parte de la porción-mayor, no tienen la capacidad suficiente para “inculcar” tendencias), y menos aún a los usuarios que utilizan la tecnología de forma más racional…
Continúa en la Parte II… aquí.
Crónicas de stargazing
Aún me duele la espalda por la salida al desierto que hice el sábado pasado, para observar la lluvia de meteoros Gemínidas. Me quedé hasta las 5:00am y contabilicé un total de 117 meteoros (99 de ellos Gemínidas), así que ud. comprenderá que ante tal …
La religión como un fractal (o algo así)
En versión bastante resumida y sólo aplicada al cristianismo, eso sí. Básicamente son los conceptos más simples asociados a la creencia o no creencia, y todos los caminos encadenados en caso que se tome una u otra decisión. Por supuesto, no lo veo como algo …
Después de todo, aún vivimos en el siglo XXI
Todo este asunto me hizo pensar en la tecnología de hoy en día. Ok, ya se que mi auto es antiguo y algo pudo incidir en que la batería se viniera a descargar apenas a 5 meses de comprarla; pero todos los autos usan batería (modernos o viejos), y además de ello están compuestos por muchísimas partes y piezas! Todas esas baterías se descargan con el tiempo, así como todas las partes y piezas se desgastan, rompen o no funcionan debido a una u otra circunstancia.
Normalmente me sorprendo (al igual que el resto de la gente) al ver la evolución tecnológica de los aparatos. Personalmente, creo que los autos (medios de transporte en general) y los computadores (informática en general) son el reflejo más fiel de estos avances, y para ello baste ver cómo eran los autos y PCs de los 80′ y 90′, comparados con los de hoy en día (sí, baste la comparación que hago abajo… >_<).
![]() |
![]() |
Y aquí es donde quiero profundizar. Los avances tecnológicos en autos y computadores son muy bonitos, pero siempre he pensado que en cuanto a estructura/esencia/fondo se sigue siendo extremadamente igual de estancado. Me refiero a que, en caso de los PCs, se sigue lidiando con hardware y software con que ya se lidiaba en los ’80 y ’90 (la única diferencia es que ahora son más bonitos y potentes), y en los autos se sigue lidiando con partes y piezas que ya se lidiaba en autos del pasado. La gente normalmente no se relaciona con el montón de piezas que usa un PC (a menos que sea un ingeniero involucrado en su fabricación), pero hay mucha más gente que sí se relaciona (o más bien tiene conciencia) con el montón de piezas de un auto. A mí me ha bastado con las veces que he ido a lugares donde venden repuestos, pues las repisas con amortiguadores, filtros de aceite, plumillas, focos, fusibles y un largo etcétera, parecen infinitas.
Entonces, mi punto es sencillo. Si la tecnología de hoy en día aboga por “hacernos la vida más fácil/simple/resumida“, ¿dicho principio no debería también ser aplicado a la estructura de esos ingenios modernos? ¿Por qué aún no se ha podido reducir considerablemente la cantidad de piezas de un auto o las de un PC? ¿Por qué un PC, aunque sea el más moderno del mundo, sigue necesitando de un arcaico enchufe y depende de la electricidad convencional para poder funcionar? ¿Por qué un auto sigue necesitando de una arcaica batería de plomo y depende de gasolina/diésel convencional para poder funcionar?.
Yo creo firmemente que una tecnología que realmente avance, debe progresar no sólo en los aspectos externos (que ahora un celular tenga Wi-Fi, BT, GPS, etc.), sino también en los estructurales, pues de otro modo se seguirá apelando a una base fastidiosa que, aparte de darnos problemas por sus infinitas piezas (si a un auto o un PC le falla sólo una entre sus miles de piezas, puede fallar todo), también nos fastidia por su total dependencia de tecnolologías convencionales (los celulares, por más modernos que sean, siguen necesitando recargar su batería con electricidad convencional, mediante un cargador).
Felizmente, por fin esos cambios están apareciendo. Pero ojo, recién están apareciendo (son versiones beta). Ya existen los primeros autos híbridos y ya están surgiendo una y otra forma de obtener energía totalmente inalámbrica.
Por supuesto, en calidad de astrónomo aficionado mi interés en los avances tecnológicos no va fuertemente dirigido a los autos, ni tan dedicado a la informática. Lo dirijo a las naves espaciales, las máquinas que nos permitirán explorar el espacio y “llegar a las estrellas”. Con todo lo que mencioné antes, no hace falta ser genio para advertir que el problema de estos aparatos es el mismo que mis ejemplos anteriores: tienen demasiadas piezas (el Transbordador tiene unos ~2.500.000) y se ven obligados a usar demasiado combustible, que es usado casi en su totalidad sólo en la tarea de escapar de la atmósfera terrestre. Fuera de las limitaciones técnicas que esto supone, es conocido el enorme número de personas que deben monitorear una misión espacial, para asegurar que ese montón de tuercas y tornillos mantenga a los astronautas sanos y salvos. Lamentablemente, por una de esas pequeñeces ya han ocurrido tragedias e incidentes.
En resumen, me encantaría estar vivo para cuando las naves espaciales sean vehículos con una cantidad muuuucho más reducida de piezas y una eficiencia muuuuucho mayor en cuanto a fuentes de energía para su propulsión, pues en mi opinión la exploración espacial aún está despertando, y si bien es admirable que el ingenio humano ya nos permita salir del planeta, en términos estructurales la tecnología de naves espaciales es todavía muy “artesanal”, al igual que con los computadores y los autos.
Al pensar en todo esto, ya no me siento tan mal que una inocente batería me haya dejado “tirado” en pleno centro ayer. Después de todo, aún vivimos en el siglo XXI.