Después de todo, aún vivimos en el siglo XXI

Ayer iba manejando por pleno centro de Antofagasta, y me pareció extraño que cuando encendía las luces de viraje, el ruidito afín del tablero (tic, tic) era más débil y pausado de lo normal. Inmediatamente pensé “¡mierda, la batería!“, y se me ocurrió que debía llegar lo más pronto posible a casa. Pero no lo logré. El auto se detuvo en medio de la calle y debí empujarlo unos metros junto a la acera, para no obstruir el tráfico (supongo que la adrenalina me hizo capaz de empujar en ~10 segs. una máquina de ~1.000 kilos a ~20 metros de distancia). Tras algunas puteadas y conseguir que un amigo viniera a transferirme energía de su batería, finalmente pude llegar a casa, y en este momento estoy cargando la mentada fuente de poder con un cargador que compré hoy.

Todo este asunto me hizo pensar en la tecnología de hoy en día. Ok, ya se que mi auto es antiguo y algo pudo incidir en que la batería se viniera a descargar apenas a 5 meses de comprarla; pero todos los autos usan batería (modernos o viejos), y además de ello están compuestos por muchísimas partes y piezas! Todas esas baterías se descargan con el tiempo, así como todas las partes y piezas se desgastan, rompen o no funcionan debido a una u otra circunstancia.
Partes desmontadas de un Opel Meriva

Normalmente me sorprendo (al igual que el resto de la gente) al ver la evolución tecnológica de los aparatos. Personalmente, creo que los autos (medios de transporte en general) y los computadores (informática en general) son el reflejo más fiel de estos avances, y para ello baste ver cómo eran los autos y PCs de los 80′ y 90′, comparados con los de hoy en día (sí, baste la comparación que hago abajo… >_<).

Toyota Corona 1979 Lexus LF-A 2007

Y aquí es donde quiero profundizar. Los avances tecnológicos en autos y computadores son muy bonitos, pero siempre he pensado que en cuanto a estructura/esencia/fondo se sigue siendo extremadamente igual de estancado. Me refiero a que, en caso de los PCs, se sigue lidiando con hardware y software con que ya se lidiaba en los ’80 y ’90 (la única diferencia es que ahora son más bonitos y potentes), y en los autos se sigue lidiando con partes y piezas que ya se lidiaba en autos del pasado. La gente normalmente no se relaciona con el montón de piezas que usa un PC (a menos que sea un ingeniero involucrado en su fabricación), pero hay mucha más gente que sí se relaciona (o más bien tiene conciencia) con el montón de piezas de un auto. A mí me ha bastado con las veces que he ido a lugares donde venden repuestos, pues las repisas con amortiguadores, filtros de aceite, plumillas, focos, fusibles y un largo etcétera, parecen infinitas.

Entonces, mi punto es sencillo. Si la tecnología de hoy en día aboga por “hacernos la vida más fácil/simple/resumida“, ¿dicho principio no debería también ser aplicado a la estructura de esos ingenios modernos? ¿Por qué aún no se ha podido reducir considerablemente la cantidad de piezas de un auto o las de un PC? ¿Por qué un PC, aunque sea el más moderno del mundo, sigue necesitando de un arcaico enchufe y depende de la electricidad convencional para poder funcionar? ¿Por qué un auto sigue necesitando de una arcaica batería de plomo y depende de gasolina/diésel convencional para poder funcionar?.

Yo creo firmemente que una tecnología que realmente avance, debe progresar no sólo en los aspectos externos (que ahora un celular tenga Wi-Fi, BT, GPS, etc.), sino también en los estructurales, pues de otro modo se seguirá apelando a una base fastidiosa que, aparte de darnos problemas por sus infinitas piezas (si a un auto o un PC le falla sólo una entre sus miles de piezas, puede fallar todo), también nos fastidia por su total dependencia de tecnolologías convencionales (los celulares, por más modernos que sean, siguen necesitando recargar su batería con electricidad convencional, mediante un cargador).

Felizmente, por fin esos cambios están apareciendo. Pero ojo, recién están apareciendo (son versiones beta). Ya existen los primeros autos híbridos y ya están surgiendo una y otra forma de obtener energía totalmente inalámbrica.

Por supuesto, en calidad de astrónomo aficionado mi interés en los avances tecnológicos no va fuertemente dirigido a los autos, ni tan dedicado a la informática. Lo dirijo a las naves espaciales, las máquinas que nos permitirán explorar el espacio y “llegar a las estrellas”. Con todo lo que mencioné antes, no hace falta ser genio para advertir que el problema de estos aparatos es el mismo que mis ejemplos anteriores: tienen demasiadas piezas (el Transbordador tiene unos ~2.500.000) y se ven obligados a usar demasiado combustible, que es usado casi en su totalidad sólo en la tarea de escapar de la atmósfera terrestre. Fuera de las limitaciones técnicas que esto supone, es conocido el enorme número de personas que deben monitorear una misión espacial, para asegurar que ese montón de tuercas y tornillos mantenga a los astronautas sanos y salvos. Lamentablemente, por una de esas pequeñeces ya han ocurrido tragedias e incidentes.

En resumen, me encantaría estar vivo para cuando las naves espaciales sean vehículos con una cantidad muuuucho más reducida de piezas y una eficiencia muuuuucho mayor en cuanto a fuentes de energía para su propulsión, pues en mi opinión la exploración espacial aún está despertando, y si bien es admirable que el ingenio humano ya nos permita salir del planeta, en términos estructurales la tecnología de naves espaciales es todavía muy “artesanal”, al igual que con los computadores y los autos.

Al pensar en todo esto, ya no me siento tan mal que una inocente batería me haya dejado “tirado” en pleno centro ayer. Después de todo, aún vivimos en el siglo XXI.



3 thoughts on “Después de todo, aún vivimos en el siglo XXI”

  • (Estoy traicionando mi palabra, pero no pude evitarlo…de nuevo me tiene por estos lados)

    Todo esto me recuerda cuánto me asombra que desde el surgimiento de la Revolución Industrial el hombre ha podido crear y desarrollar vertiginosamente los más diversos aparatos…quizás uno espera que la situación siga siendo así, que la tecnología alcance un nivel de simplicidad sin precedentes en un corto plazo…se ve un poco difícil, sin embargo hay gente que se ocupa en ese objetivo y está comenzando a encontrar alternativas, como por ejemplo la “nanotecnología”…

    el siglo XXI recién comienza, así que en las próximas décadas es probable de que se logre una evolución en términos de simplificación tecnológica a nivel estructural…

    saludos…

  • Es que es difícil dar el salto, innovar. Toda la vida has visto que la cara tiene arriba dos ojos, al centro está la nariz y bajo ella, la boca. A cada lado, un cartílago de forma extraña cubierto con piel, a los cuales les llaman orejas. Toda la vida has visto que la cara es así, difícil es concebir una cara humana que no sea así.
    Antes la vivienda china era una carpa “estilo militar”, o sea, unos cuantos palos sobre los cuales se estiraba una tela, que daba origen a un techo de dos aguas con la singular curva de los techos orientales. Cuando descubrieron otros materiales de construcción y empezaron a hacer viviendas estables, el techo lo seguían haciendo como el que se formaba con la tela, porque para ellos desde siempre la forma de los techos fue así.
    De la misma forma, sabemos que todo puede ser distinto, pero no imaginamos cómo, porque toda la vida lo hemos visto igual. En otro planeta quizás hay vida tan estúpidamente inteligente como la de la Tierra y estoy segura de que si viven como nosotros, hay muchas cosas que cumplirán la misma función pero serán completamente diferentes.
    Sabemos que todo puede ser más sencillo; lo difícil es dar un gran salto y ver las cosas desde otra perspectiva.

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