Después de todo, aún vivimos en el siglo XXI
Ayer iba manejando por pleno centro de Antofagasta, y me pareció extraño que cuando encendía las luces de viraje, el ruidito afín del tablero (tic, tic) era más débil y pausado de lo normal. Inmediatamente pensé “¡mierda, la batería!“, y se me ocurrió que debía [Leer más…]