Visitas ilustres en Antofagasta

Carlos, Raúl, MatíasDurante mediados de mayo, tuve el honor de recibir en Antofagasta a tres amigos argentinos provenientes de Córdoba, en el contexto de una creciente colaboración entre la Unidad de Astronomía donde trabajo, y el Observatorio Astronómico de Córdoba (OAC), a través de la Estación Astrofísica de Bosque Alegre (EABA). Carlos Colazo, Raúl Meliá y Matías Schneiter, tienen a cargo algunas observaciones en EABA, que cuenta con un telescopio de 1.5 m y nos ha permitido observar algunos tránsitos exoplanetarios para un importante estudio. Tanto Carlos como Raúl son docentes aficionados a la astronomía, en tanto Matías es físico y también se desempeña en el Instituto de Astronomía Teórica y Experimental (IATE). La existencia de esta colaboración se la debo a la fortuna de haber conocido a Carlos (un excelente observador!) hace varios años atrás, en el Encuentro Astro-Cofrádico de Uspallata (Mendoza) durante 2009.

Stargazing con amigos cordobesesLos chicos se animaron a darse una vuelta por estos lados, luego de una breve estadía mía en Córdoba durante febrero, principalmente motivados por conocer el observatorio Paranal. Así es que, durante la semana que estuvieron en Antofagasta, aproveché de mostrarles con lujo de detalle estas instalaciones y quedarnos hasta la apertura de telescopios. De ahí en adelante recorrimos diversos lugares y, como no podía faltar, acudimos a observar al desierto que una vez más ofreció vistas de un cielo muy estrellado. Además de otros sitios típicos de Antofagasta, su recorrido se completó en San Pedro de Atacama, que es sin duda lo más rescatable de la zona. Alcanzamos a tomar un tour a Valle de la Luna y geysers del Tatio, que como siempre ofrece un impresionante espectáculo natural.

Matías, Carlos, yo, RaúlPor mi parte, mi registro fotográfico fue algo mejor respecto a la última vez que estuve en San Pedro (hace un par de años), con abundantes capturas de aves y, como novedad, algunas astrofotografías afortunadas durante el viaje a los geysers, ya que paramos a mitad de camino a una hora del amanecer, con plena luz zodiacal de fondo.  🙂

En resumen, una ocasión para estrechar lazos y bastante fructífera en cuando a compartir nuevas ideas de proyectos, que seguramente me tendrán de vuelta por Córdoba en el futuro y hoy me tienen en la paradójica situación de estar reduciendo observaciones de Bosque Alegre, lugar que ya conocí allá por 2008, cuando este histórico observatorio -inaugurado en 1942- estaba fuera de operaciones y sólo abierto con fines turísticos. Su exitoso presente incluye, sin duda, el persistente esfuerzo de chicos como Carlos, Raúl y Matías, que le han dado una nueva vida a este coloso de los cielos cordobeses.

Crédito: A. Mottino, P. Guzzo y C. Colazo (marzo 2012)
Crédito: A. Mottino, P. Guzzo y C. Colazo


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