Mis viajes intelectuales

Hace un tiempo había comentado un viaje al V Congreso de Astronomía Escolar que hice con alumnos de mi academia escolar. En esa ocasión mencioné que el viaje en bus, desde Antofagasta-La Serena, había resultado interesante para mí, al grado de considerarlo un “viaje intelectual”. Ok, detallaré un poco por qué.

No me gusta dormir en viajes en bus, especialmente de noche. Desconozco la razón, aunque posiblemente se asocie a que siempre me ha gustado ver el paisaje por la ventana, y por la noche paso largo rato mirando las estrellas, y una que otra “estrella fugaz”. En fin, todo esto me da un amplio espacio para inspirarme y pensar sobre muchas cosas, de hecho siempre he considerado que pienso mucho más de lo que hablo (nunca me he caracterizado por ser verborreico).
Y pienso de todo, en realidad. Aquella ocasión estuve divagando sobre cosas netamente astronómicas, como mis dudas acerca de la curvatura del espacio-tiempo, la dinámica de los agujeros negros o las técnicas de deteccion de los planetas extrasolares; pero también pasó por evaluar -críticamente- las cosas que suceden en el mundo, la estupidez humana, un mundo más preocupado de los avances en el romance de un actor de farándula, que los avances en ciencia y tecnología.
Pensaba que, tal vez, a la mayoría de la gente no le importa estas cosas, porque no ofrecen una suficiente estimulación como para considerarse “apasionante y entretenido”; de hecho, me he dado cuenta que toda la gente involucrada en lo “apasionante y entretenido” es frecuentemente elevada a la categoría de héroes o semidioses (actores, futbolistas, rockeros, astrólogos, etc), mientras que aquellos involucrados en lo “serio y fome” son frecuentemente relegados a una escueta columna del periódico (astrónomos, médicos, geólogos, etc.); no pasa siempre, claro, pero pasa más de lo que uno cree. En la TV esto es bastante más notorio.

Paralelamente proyectaba esta imagen en mí. Yo tengo más características de “serio y fome” que “apasionante y entretenido”, y asumiendo que el mundo gusta más de lo segundo, percibo que no es fácil encajar en éste, tanto para mí como muchas otras personas “serias y fomes” como yo. Jaja, en serio… se que muchas otras personas piensan que no encajan en el mundo. Al menos no en éste, no en esta época. O bien, haciendo a un lado la teoría de que a la gente no le importa estas cosas, puede ser que el sentido de la vida radique en pasarlo bien y divertirse, porque la vida es corta; otra persona se encargará de descubrir los misterios del Universo o el genoma humano.
Intenté pensar desde ese punto de vista. La verdad parte de él me hace sentido, porque siento que, a pesar de “sólo” tener 23 años, a mí me parece estar en la mitad de mi vida “útil”, y siento que he desperdiciado parte de ella. Nótese que no la he desperdiciado en el sentido de no haber ido nunca a una discotheque, a un pub o cosas así, sino en el sentido de no haber hecho cosas suficientemente útiles, desde la perspectiva de lo que a mí me parece útil. He fundado un grupo astronómico, construido una web, recopilado conocimientos, integrado el equipo de un planetario y varias otras cosas, pero aún siento que no he hecho las contribuciones a la ciencia que yo quisiera. De hecho pensaba retirarme de la divulgación por un tiempo, para dedicarme a cosas más específicas en astronomía (seguimientos rigurosos de estrellas variables, astrofotografía, etc.)

En fin, también se que en ocasiones me exijo demasiado. La razón debe ser porque me cuesta discernir el punto donde creo que “debería hacer algo más, porque la vida es corta y quiero hacer algo útil“, y el punto donde creo que “no, ya he hecho lo suficiente, puedo estar conforme con esto“. Lo único cierto es que la vida es limitada, y me encantaría que el cuerpo humano fuera más durable, porque siento que tenerle miedo a la muerte a los 23 años es triste, desde un punto de vista fenomenológico.

Bueno, básicamente ese fue mi viaje intelectual. Pero en este momento pienso en que he hecho varios “viajes intelectuales” estas últimas noches. Aunque ha sido pensamientos más bien asociados a cuántos contras me conlleva no tener pareja; debe ser porque 2006 ha sido un año especialmente nutrido de experiencias para mí, tanto positivas y negativas, y esas son cosas que me hubiera gustado compartir con una pareja. Por “experiencias” yo considero cosas como haberme comprado un notebook en abril, haber tenido que cambiarme de universidad, haber integrado del grupo del planetario, haber renovado mi web, haber leído un libro, viajado a Cerro Paranal… de hecho, en diciembre tengo planeado comprarme un PC de escritorio, y si tu también eres geek como yo, sabrás que ese acontecimiento es toda una “experiencia”.

Uff, me inspiré demasiado. Estoy escuchando la radio online que linkeo desde mi sitio web, que se hace llamar “la estación de los astrónomos” :). Curiosamente sólo tienen temas de música clásica, new age y relajante, justo las que me gustan a mí!!



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